jueves, 21 de noviembre de 2013

Iluminar bien el baño

Iluminar bien el baño

Todo lo que debes saber para planificar una buena iluminación que sea funcional y decorativa a la vez. 

Combinar bien varios tipos de luz

Contar con una buena iluminación es importante para que el baño resulte cómodo y respire una atmósfera agradable y relajante. Lo más aconsejable es combinar los diferentes tipos de luz: general, puntual e indirecta. Para la luz general, habrá que prever varios puntos de luz en el techo. Los focos halógenos resultan perfectos, ya que producen una luz muy similar a la natural y, con igual potencia que las bombillas incandescentes, iluminan el doble. Entre sus inconvenientes está que emiten mucho calor, que para su instalación se precisa un falso techo para ocultar el transformador y que resultan algo más caros que otras bombillas. Algunos focos son orientables y permiten dirigir el haz de luz hacia puntos concretos. A nivel orientativo, para un baño de unos 6 mserían necesarios unos cuatro focos halógenos.
Por otro lado, hay espacios del baño que necesitan luz puntual. Uno de ellos es el tocador, donde puede optarse por instalar linestras sobre el espejo, unos apliques a los lados o bien una repisa sobre el espejo con focos empotrados. Si el baño es amplio resultará imprescindible una iluminación puntual para cada zona. Incluso, en función de las dimensiones, puede ser interesante instalar interruptores independientes.
Si el baño cuenta con vestidor, las luces integradas funcionarán como una decorativa luz indirecta.
En la zona de ducha y bañera, lo mejor son los focos estancos.

El papel decorativo de la iluminación

La sensación que transmite un baño se consigue por la combinación de varios elementos, entre los que tiene un peso importante la iluminación. De todas ellas, la llamada indirecta, es la menos conocida. Se trata de un tipo de luz que, aunque no tiene un papel práctico tan evidente, es fundamental para lograr un baño más relajante y acogedor. Una manera de conseguir luz indirecta es a través de la instalación de diferentes puntos de luz empotrados en las paredes del baño o en el pavimento. Por lo general, se suelen colocar en la zona de la ducha o de la bañera o bien repartidos por todo el perímetro de la estancia. Su principal característica es que consiguen una luz ténue y envolvente capaz de crear ambientes muy cálidos y, desde un punto de vista más funcional, también evitan tener que encender la luz general del baño en las visitas nocturnas.
Si los focos van a instalarse en la zona de la ducha o la bañera es importante asegurarse de que son piezas que tienen garantizada la estanqueidad y que pueden soportar el contacto directo con el agua y la humedad que se genera en toda la estancia. También resulta muy decorativo instalar luces puntuales sobre piezas concretas que se quieren destacar, como por ejemplo, el interior de una vitrina, una zona de estantes, un cuadro... Esta iluminación puede realizarse con focos dirigidos o bien con linestras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario